lunes, 1 de diciembre de 2008

TE QUIERO

Te quiero,
me desvelo recreando tu silueta
abriéndome paso entre las sombras
hechas por tu propia luz.

¿Eres del mundo?
no lo sé
¿eres parte de mi mundo? ¿Sí?
lo anhelo,
lo siento
lo creo cierto,
me aferro a él como a un dogma de mis entrañas.
Pero, ¿lo vivo?
¿lo quieres?
lo sabes. si no,
lo adivinas,
lo notas.

Te quiero tanto
para considerarte una diamante solitaria
en medio de la inhóspita atmosfera
de un planeta sucio.
Lo suficiente
para querer encontrar en vano,
mi deseo para ti:
el mismo cuerpo
la misma mirada
el mismo espíritu y fluidez de labios
¿el mismo mundo? ¿nos servirá este mundo?

No,
nos inhibe,
me coarta:
mientras hace lluvia me va robando las palabras
me hace recorrer sus sucios días
haciéndome entender
que viene tras nosotros.
No sirve este lugar,
y así será.

No eres del mundo,
eres de mi mundo,
yo lo creo, lo purifico y lo siento ser dentro de mi ser,
en lo que es
-por ahora-
un mundo que madura, crece y se hace bello
en la más remota oscuridad de la noche.

LA MÁSCARA DE CUERO

Mientras callas, sientes
que el amor se desvanece.
Guardas silencio y te hieres,
sin llegar a lo más profundo de tu alma:
por dentro, demacrada,
mientras tu rostro sonríe.

AGUA

En esta ocasión , un poema que podrá parecer extraño. Se leerá una vez simplemente, a lo mejor dos, o más: mientras la vida sigue en un planeta donde fuera de él parece no haber mucho más opciones cercanas, tenemos que inventar la manera de hacer frente a nuestros pensamientos egoístas con la naturaleza:

AGUA

Porque dependo del agua
bebo poca. Es por eso que me gusta
mojarme cuando llueve.
Tal vez si fuera algo superficial,
bebería mucha y no la disfrutaría.
Por eso prefiero,
que mi piel la tome,
bajo una chaqueta empapada,
un reloj lento y unas llaves en la mano:
así todo vive,
y se es feliz
cada vez que llueve.



-a la memoria de todos aquellos que viven por ahí como si las cosas durasen para siempre-